Manifiesto “Next Generation EU: Por un verdadero Plan-País”

EsadeEcpol y EY Insights
25 Jun, 2021

El 27 de mayo de 2020, la Comisión Europea presentaba el instrumento temporal de recuperación Next Generation EU (NGEU), por valor de 750.000 millones de euros, con el objetivo de otorgar un impulso a la recuperación y transformación de la economía europea tras la pandemia. Se lanzaba, con ello, un claro mensaje de determinación ante un reto sin precedentes. España será el país que, tras Italia, más recursos reciba de NGEU, con un total de 140.000 millones de euros, en el marco del Mecanismo de Recuperación y Resiliencia (MRR), elemento central de NGEU, dotado con 672.500 millones de euros en forma de subvenciones y préstamos, para apoyar las reformas e inversiones que planteen los diferentes países de la UE.

Para ejecutar estos fondos el gobierno ha elaborado el Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia (PRTR, también denominado “España Puede”). El PRTR supone un ejercicio de planificación inédito en España por la magnitud de la movilización de inversiones y su planificación de reformas, donde se concretan los objetivos para aplicar el MRR en base a las Recomendaciones específicas del Consejo Europeo en el marco del Semestre europeo en 2019 y 2020. El PRTR contempla un total de 102 reformas y 110 inversiones prioritarias. Entre las primeras, España, en cumplimiento de las citadas Recomendaciones, debería reforzar la sostenibilidad del sistema de pensiones; aprobar reformas en el ámbito laboral para el impulso de la contratación indefinida; simplificar el sistema de incentivos a la contratación; corregir la fragmentación e ineficiencias en las ayudas nacionales al desempleo; luchar contra el abandono escolar prematuro, aumentar la eficiencia en el uso de los recursos públicos; y aplicar la Ley de Garantía de la Unidad de Mercado, entre otras. En cuanto a las inversiones se priorizan, en línea con las directrices comunitarias, la transición energética y la transformación digital.

El Plan supone para España una extraordinaria oportunidad para reforzar la recuperación, pero sobre todo para impulsar un cambio profundo en su modelo productivo. Por su tamaño y extensión en el tiempo, el plan debería servir, en palabras del economista Jean Pisani-Ferry para “sentar las bases de un nuevo modelo de desarrollo”. Pero a su vez, el Plan supone un reto político, estratégico y de gestión e implementación mayúsculo. Para el aprovechamiento de los fondos se hará necesario avanzar en cuatro ejes:

  1. Consensos en la planificación de objetivos: Por sus cuantías, el alcance de sus reformas e inversiones y el amplio periodo de ejecución del plan, se hace indispensable que en su puesta en marcha se logren los más amplios consensos políticos, territoriales y sociales. Este elemento es instrumental para lograr que el Plan se perciba como un objetivo de país y se garantice su efectividad y continuidad en el tiempo. Para ello será necesaria una mejor coordinación con las administraciones territoriales, con amplia experiencia en la implementación de fondos europeos y posiblemente futuras responsables de parte de la ejecución del Plan, así como mayores esfuerzos de los partidos políticos por alcanzar acuerdos transversales para la implementación de reformas.
  2. Transparencia en la planificación y selección de proyectos: En el ámbito comunitario el plan español ha tenido un muy buen recibimiento. Sin embargo, eso no debe hacernos caer en la complacencia. Se pueden hacer mayores esfuerzos para mejorar la transparencia en los procesos de selección de proyectos de inversiones para asegurar que la financiación llega a los proyectos más innovadores y con un mayor retorno social y económico.
  3. Capacitación de la administración pública para responder al reto: para mejorar las probabilidades de éxito del plan y la máxima solvencia técnica en la ejecución, se debe dotar a la Administración pública de los medios técnicos y humanos necesarios. Eso incluye el fortalecimiento de equipos profesionalizados, especializados y con experiencia previa en contratación pública pero también avanzar más en la agilización de los procesos, la reducción de trabas burocráticas y la simplificación en los procedimientos de gestión y control de fondos europeos. Y todo ello, debe hacerse para cada uno de los tres niveles de la administración española.
  4. Apuesta genuina por las reformas estructurales: a pesar del extraordinario desarrollo económico alcanzado por España en las últimas décadas, la distancia en términos de productividad con nuestros socios del norte de Europa se ha ensanchado, en vez de reducirse. El plan España Puede, establece una larga lista de inversiones y reformas importantes para los tres próximos años. Sin embargo, todavía son difusos los compromisos en el ámbito de las principales reformas estructurales para el crecimiento de la productividad de la economía. Esto es particularmente cierto en los ámbitos del mercado laboral, la fiscalidad, las pensiones, el mercado interior y en lo que respecta al impulso del capital humano, en el ámbito educativo, universitario o las políticas activas de empleo. La enorme disponibilidad de financiación concentrada en los próximos años, supone una oportunidad única para las reformas, puesto que los fondos pueden servir para mitigar enormemente los costes sociales de las reformas.

El éxito en la gestión de estos fondos y en las políticas diseñadas corresponde a una tarea en la que todos estamos llamados a colaborar: gobierno, grupos parlamentarios, administraciones territoriales, interlocutores sociales, empresas, y, por supuesto, sociedad civil. Y es aquí, en este punto, donde nos sentimos llamados y concernidos.

Es ante esta llamada a la responsabilidad que EsadeEcpol y EY Insights han decidido poner en marcha el “Observatorio de Fondos Next GenerationEU” para tratar de contribuir a lo que debe ser un esfuerzo colectivo. De este propósito surge la idea de crear un foro de generación y difusión de conocimiento alrededor de este gran objetivo que es conseguir que los fondos NGEU supongan una verdadera palanca de transformación para el modelo de crecimiento español.

Madrid, 25 de junio de 2021.

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