La juventud mediterránea frente a los desafíos de la crisis permanente

Ignacio Jurado, Jorge Galindo
14 Nov, 2023

El tránsito a la vida adulta para las generaciones nacidas entre 1980 y 2005 ha estado marcado por múltiples crisis económicas y sociales, afectando especialmente a jóvenes en el sur de Europa y, por regla general, el arco mediterráneo. Nuestro estudio actualiza y expande investigaciones anteriores, incorporando datos de una novedosa, completa y ambiciosa encuesta multi-país que abarca a jóvenes (18-34 años) de España, Italia, Portugal, Líbano, Marruecos, Túnez y Jordania.

DIAGNÓSTICO

La encuesta revela unas perspectivas presentes negativas, pero optimistas de cara al futuro, y más enfocada en las oportunidades que en las amenazas cuando hablamos de los grandes retos de futuro: transición verde, digitalización, envejecimiento.

El diagnóstico empieza por el estado actual negativo percibido por estos jóvenes:

  • En todos los países analizados, menos de la mitad de los jóvenes considera que puede cubrir bien sus gastos básicos: del 42% en España al 25% de Líbano.
  • Entre el 48% (España) y el 70% (Túnez) de los jóvenes considera que no tiene capacidad de ahorro a largo plazo.
  • En España, solo el 30% de los jóvenes se considera capaz de afrontar emergencias económicas, mientras que el 40% enfrenta dificultades para ahorrar a corto plazo.

Las malas perspectivas de emancipación actúan como factor determinante:

  • La emancipación del hogar familiar es notablemente tardía aún hoy; en los países del sur de Europa, un 23% (Portugal), un 26,5% (España) y un 29,5% (Italia) de las personas de 30 a 34 años aún vive con sus padres. Las cifras son aún más altas en el norte de África, rozando el 50% en Túnez.
  • En España, una mayoría de jóvenes pasa a estar independizada alrededor de los 28 años.
  • La falta de ingresos es un factor de importancia alta o muy alta para no emanciparse según el 66% de los jóvenes españoles, el 62% de los portugueses y el 61% de los italianos. La cifra baja al 40% para Túnez o Líbano, y al 30% para Marruecos.

Dentro de ellas, el paso a la obtención de una vivienda es especialmente significativo por las limitaciones tanto familiares como de contexto económico:

  • El alquiler es la forma más frecuente de vivienda en la mayoría de los países: alrededor del 31% (España) y hasta el 36,5% (Líbano)
  • Para la minoría que sí tiene vivienda en propiedad:
    • Casi todos la consiguieron con ayuda de algún familiar, con la media alrededor del 65% (España, Marruecos)
    • España tiene la edad de compra de vivienda más alta de los países considerados 25,3 años; Túnez, la más baja (23,7).
  • La falta de capacidad de ahorros parece vincular la no emancipación con la incapacidad para la compra de vivienda, especialmente en los países europeos: alrededor de 6 de cada 10 jóvenes no independizados en España, Italia o Portugal le da a este factor una importancia alta o muy alta para permanecer en la residencia familiar.

Sigue el pesimismo al preguntar por el futuro del conjunto del país:

  • En una mayoría de países al menos un 40% de los jóvenes evalúa el futuro de su país a veinte años como de declive (48% en Portugal, 47% en Italia, 42% en España)
  • En cuanto a la proporción de jóvenes que esperan progreso para su país a veinte años en España un 25,2% lo espera, 21,8% en Portugal y solo un 20,7% en Italia.

En contraste, las perspectivas de futuro individuales y familiares de los jóvenes son positivas:

  • El pesimismo que reportábamos en el primer bloque se ve aminorado cuando los jóvenes proyectan su futuro más cercano en el sur de Europa. En España, un 62% creen que su capacidad de gasto será buena o muy buena. En Italia es un 56%, y en Portugal un 53%. Esta perspectiva es entre ligera y notablemente peor en el Norte de África (Marruecos: 46%; Túnez: 50%) y Oriente Medio (Jordania: 51%; Líbano: 39%).
  • De la misma manera, una mayoría de los jóvenes espera que su hogar esté mejor en la escala relativa de riqueza de cada país en 25 años respecto a la actualidad.
  • Además, solo una minoría del 11% (España) al 21% (Líbano) considera que es poco o nada probable que pueda comprar una vivienda en la próxima década, subrayando el desacople que existe entre las perspectivas de corto y las de largo plazo.

También son más bien positivas las perspectivas sobre retos clave por parte de los jóvenes:

  • Por regla general, estos retos clave (automatización y la digitalización; políticas de descarbonización; envejecimiento de la población) se ven más frecuentemente como oportunidades que como amenazas por parte de los jóvenes en estos países.
  • Si en alguno de estos retos se observa una frecuencia algo más alta de la percepción de amenaza, es en la automatización y la digitalización.

PROPUESTAS

A la hora de buscar soluciones, la formación es la única alternativa que concita claras mayorías en la práctica totalidad de los países, tanto en el área tecnológica como en la descarbonización (con más de un 50% de visiones positivas entre los jóvenes).

A partir de este análisis, planteamos una batería de propuestas destinadas a atender estas demandas, precisamente combinando un foco en la prosperidad equilibrada y la creación de oportunidades, en tres frentes fundamentales.

Infraestructuras de capital humano

  • Expandir y mejorar universidades y otros centros de formación post- secundaria, como prioridad de inversión pública.
  • Garantizar el acceso equitativo a la educación a través de tasas reducidas, becas basadas en renta, o una combinación de ambas.
  • Fomentar calidad académica e investigación competitiva con autonomía universitaria.
  • Mantener una actualización del curriculum académico continua e informada con el mercado.
  • Definir y cimentar una formación profesional adaptada a las necesidades del mercado.
  • Orientación profesional optimizada y dinámica, basada en datos que faciliten skill matching, para estudiantes/candidatos y empresas, y centrada en reducir el abandono escolar temporano.

Soporte económico de partida

  • Inversión en vivienda pública: aumentando presupuesto y agilizando aprobaciones.
  • Incentivar el sector privado, simplificando licencias y ofreciendo incentivos, apostando también por asociaciones público-privadas con marcos claros para proyectos conjuntos.

Acceso a la vivienda

  • Inversión en vivienda pública: aumentando presupuesto y agilizando aprobaciones.
  • Incentivar el sector privado, simplificando licencias y ofreciendo incentivos, apostando también
    por asociaciones público-privadas con marcos claros para proyectos conjuntos.
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