¿Cómo aumentar el acceso de las mujeres a disciplinas científicas y técnicas en la educación superior?

José Montalbán Castilla
29 Jun, 2021

Pese a la reducción de otras brechas de género en el mercado laboral, las mujeres eligen con menos frecuencia carreras relacionadas con los campos de ciencias, tecnología, ingeniería y matemáticas (STEM). Usando microdatos de pruebas diagnósticas de la Comunidad de Madrid entre 2016 y 2019, vemos el reflejo de la brecha laboral en la educación obligatoria: en media, las chicas superan a los chicos en las asignaturas de lectura, pero los chicos superan a las chicas en matemáticas. Esta última diferencia se duplica a medida que avanza la educación obligatoria (entre 3º de primaria y 4º de la ESO).

Los chicos tienen un rendimiento mayor que las chicas en 3º de primaria equivalente a 5 meses de escolarización, que se duplica hasta 10 meses en 4º de la ESO. Además, estas diferencias se concentran en los extremos, entre alumnos de mayor y menor rendimiento. Todo ello apunta a una aparente ventaja comparativa de los chicos frente a las chicas en matemáticas. Pero quedarse aquí solo cuenta parte de la historia:

Los datos muestran que las chicas declaran sentirse un 50% más nerviosas realizando
la prueba de matemáticas en comparación con los chicos, indicando que sufren más
presión y conectando con evidencia acumulada que apunta a la existencia de diferencias
de género en rendimiento en contextos competitivos.
Las chicas manifiestan una menor confianza en sus habilidades en matemáticas, y
cuando son las mejores de la clase, cometen más fallos de predicción de su propio nivel:
las chicas parecen disponer de peor información sobre sus habilidades.
Todos estos resultados contrastan con que, en la asignatura de lengua, las diferencias son prácticamente inexistentes, encajando con explicaciones atadas a los estereotipos de género. Para cerrar la brecha y mejorar el desempeño y las decisiones educativas de los estudiantes, se proponen cuatro grupos de políticas.

Para los alumnos de bajo rendimiento:
Programas de tutorías: Estos programas tienen un alto impacto en el rendimiento y
aspiraciones educacionales de los estudiantes de bajo rendimiento.
Recuperación escolar: Estos programas suelen incrementar el tiempo de instrucción
de estos alumnos. La evidencia empírica muestra que tienen un efecto significativo en
el incremento del rendimiento académico de los estudiantes con peores resultados.

Para los alumnos de alto rendimiento:
Programas de mentores, consejeros escolares, y referentes: Los programas de
asesoría de estudiantes por un mentor o tener un asesor mujer en ciencias (en lugar
de un hombre) incrementan sustancialmente el acceso y la graduación de las mujeres
a carreras STEM.
Proporcionar información relativa al rendimiento: proveer a los estudiantes con
información de su rendimiento relativo puede ayudar a mejorar su motivación y confianza.

Todas las políticas públicas propuestas tienen dos grandes ventajas: muestran altos retornos
en la mejora del rendimiento, y en el acceso a carreras STEM; y tienen un coste muy bajo en
comparación con otros programas.

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