El coste de la pobreza infantil en España

Ángel Martínez Jorge, Carlos Victoria
6 Mar, 2023

Desde EsadeEcPol hemos participado en la elaboración del estudio “El coste de la pobreza infantil en España” que presenta hoy el Alto Comisionado contra la pobreza infantil, junto a Romén Adán (KSNET), María Sánchez (KSNET/LSE), Luis Ayala (UNED), María Romaguera (UNED), Mariña Fernández (UAH), Judit Vall (UB), Carlos Victoria (EsadeEcPol/UCM), bajo la dirección de Libertad González (UPF) y Olga Cantó (UAH). 

Dentro de este estudio, desde EsadeEcPol nos hemos centrado en el análisis de las trayectorias laborales. Para ello empleamos los microdatos de las encuestas de condiciones de vida desde el año 1994 para estimar qué efecto tiene haber vivido en un hogar pobre, definido como un hogar que ingresa menos del 60% de la renta mediana, sobre los ingresos laborales futuros. 

Encontramos que la pobreza en la adolescencia está asociada a un descenso de 5.130€ en los ingresos laborales brutos en la edad adulta. Al multiplicar la pérdida de ingresos promedio por la tasa de pobreza infantil en España (27,4% de los hogares) y limitarla a la proporción de ingresos laborales en el Producto Interno Bruto, se calcula un costo económico de aproximadamente 57.000 millones de euros para la sociedad española.

Además, al considerar la dimensión de salud, que otra parte del equipo de investigación encabezada por KSNET y Judit Vall trabajó y estimó, se añaden otros 6.000 millones de euros al cálculo, lo que resulta en un costo total de 63.000 millones de euros, es decir: un 5,1% del PIB español. 

Encontramos que la pobreza en la adolescencia está asociada a un descenso de 5.130€ en los ingresos laborales brutos en la edad adulta. En el caso de los hombres, esta caída de ingresos se produce mayormente a través de menores salarios mientras que, para las mujeres, es más relevante la menor tasa de empleo. 

Este efecto negativo de la pobreza en la adolescencia puede explicarse, al menos en parte, por una menor acumulación de capital humano. Concretamente, la pobreza en la adolescencia está asociada a 28 puntos porcentuales menos de probabilidad de tener estudios superiores.

En resumen, el estudio muestra que la pobreza en la adolescencia tiene un impacto negativo significativo en los ingresos laborales futuros, con mecanismos distintos para los hombres y para las mujeres, y con un origen común en el hecho de que dificulta la incorporación en la educación superior. Esto sugiere que la desigualdad de partida afecta de manera más que considerable a la igualdad de oportunidades. 

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