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ESADE presenta las recomendaciones para impulsar la inversión de impacto en España

Algunas de sus recomendaciones son apoyar empresas sociales en sus fases iniciales, fomentar utilización de fondos públicos para catalizar la inversión privada e incluir las variables de impacto social y medioambiental en las decisiones de inversión
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“Hacia una economía de impacto: Recomendaciones para impulsar la inversión de impacto en España” es el título del informe liderado por ESADE en el marco del grupo de trabajo para el fomento de la inversión de impacto en España. Este grupo de trabajo, coordinado por Foro Impacto y en el que ESADE es socio académico, ha culminado en la adhesión de España a la red global del Global Steering Group for Impact Investing (GSG), organismo que coordina los consejos asesores nacionales para la inversión de impacto de más de 20 países. El estudio describe los retos a los que se enfrentan los actores de este ecosistema en nuestro país y recoge las recomendaciones de más 70 expertos y organizaciones, que han formado parte del proceso de adhesión con un objetivo común: definir un plan de acción intersectorial para el impulso de la inversión de impacto en España en el marco de la Agenda 2030.

En palabras de Lisa Hehenberger, coautora y directora de ESADE Entrepreneurship Institute (EEI), “el informe muestra el interés que hay en España por la inversión de impacto, tanto de los pioneros que llevan años luchando para crear fondos y plataformas de inversión de impacto, como de todas aquellas organizaciones, sobre todo desde el sector social y el sector financiero, que han participado en la reflexión”.

Recomendaciones de ESADE

El informe se ha presentado durante la jornada titulada “La revolución del impacto”, celebrada en CaixaForum Madrid y que ha contado con la participación de, entre otros, Cristina Gallach, Alta Comisionada del Gobierno para la implantación de la Agenda 2020, y Ronald Cohen, conocido como el padre de la inversión de impacto social.

Según sus autores, Lisa Hehenberger, Guillermo Casasnovas y Lourdes Urriolagoitia, las recomendaciones del estudio pueden resumirse en cinco: fortalecer las empresas sociales a través de las incubadoras y aceleradoras; atraer fondos públicos y privados para catalizar la inversión de impacto; apoyarse en el capital y el conocimiento de las fundaciones para impulsar la inversión de impacto; promover los contratos de pago por resultados para impulsar la innovación social y crear conocimiento e infraestructura de mercado para una economía de impacto.

“Para impulsar la inversión de impacto es clave apoyar a empresas sociales en sus fases iniciales de desarrollo, fomentar utilización de fondos públicos para catalizar la inversión de impacto privada e incluir las variables de impacto social y medioambiental en los distintos sectores de la economía, como empresas privadas, economía social y Administraciones Públicas”, ha concluido Lisa Hehenberger.