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El fenómeno Taylor Swift: el marketing musical y su relación con la economía

Cinco Días | | 6 minutos de lectura

En el mundo del marketing musical, pocos ejemplos son tan reveladores como el caso de Taylor Swift. La icónica cantautora, ganadora de 14 Grammys, ha trascendido los límites de la industria musical para convertirse en un referente del marketing moderno e incluso afectar a la estabilidad geopolítica de una región. A través de su historia, música, letra, relación con fans o relaciones personales, la artista permite enumerar cinco lecciones magistrales de marketing musical:

1. Orientación a la audiencia y generación de comunidad. Swift ha demostrado una maestría excepcional en entender y atender a su audiencia: los swifties. Estudia sus preferencias, hábitos y deseos, cultivando así una conexión emocional única que va más allá de la típica relación artista-fan. Un ejemplo es su activa presencia en redes sociales como TikTok, donde interactúa directamente con sus seguidores bajo el hashtag #SwiftTok, lo que genera un ciclo de retroalimentación continuo, proactivo y bidireccional: por un lado, al aprovechar el contenido generado por los usuarios y, por otro, al responder a su audiencia de manera proactiva mediante la inclusión de pistas ocultas en sus vídeos o la elección de sorpresas en sus conciertos basadas en las preferencias de sus seguidores. Además, para reforzar el concepto de comunidad, entre otras acciones, sus fans crean pulseras de la amistad, conocidas como friendship bracelets, que se intercambian durante los conciertos.

2. Contenido personalizado y cercano. La estrategia de contenido se basa en brindar experiencias personalizadas a su audiencia. Desde mensajes ocultos en las letras hasta sesiones secretas para fans selectos, busca mantener el compromiso de sus seguidores y hacerles sentir valorados y parte de su comunidad. Canciones como 22 ejemplifican esta conexión, al abordar temas como la amistad, la libertad y la celebración de la vida que resuenan con su audiencia. Esta canción se ha convertido en un himno para mu- chas personas que están en la transición de la adolescencia a la juventud y es ampliamente utilizada en diversos medios y eventos.

3. Marca, narrativa potente y marketing de empatía. Taylor Swift ha creado una marca consistente al tejer un storytelling cautivador a lo largo de su carrera y convertir cada álbum en un capítulo de su historia personal: desde su interés temprano por la música, la transición del country a un sonido más pop (a partir del álbum 1989, lanzado en 2014), la adopción de una imagen más oscura y desafiante (en Reputation, 2017), hasta la evolución a un sonido más alternativo e indie.

Todo ello salpicado por multitud de momentos clave en su carrera en los que ha demostrado maestría en la gestión de la comunicación, incidentes y reputación, como en el incidente en los MTV Video Music Awards, la controversia generada por la canción Famous de Kanye West (en la que fue mencionada en términos desagradables y sexuales), sus aventuras no se limita a la música, sino que tiene un alcance económico considerable y desventuras amorosas o incluso su claro posicionamiento político.
Además, desde sus letras sobre experiencias amorosas, relatos ficticios y desafíos personales que conectan con sus seguidores, especialmente los jóvenes, hasta su presencia en redes sociales y diversos canales y plataformas digitales implementando una estrategia omnicanal, han contribuido a crear una identidad única, generando gran interés de los medios y demostrando su capacidad para mantenerse relevante en la industria musical.

4. Asociaciones estratégicas y reinvención. Swift ha establecido asociaciones clave con artistas (Ed Sheeran o Shawn Mendes) y con marcas (como su larga colaboración con Target o sus lanzamientos exclusivos en AMC Theaters), lo que ha ampliado su base de fans y reforzado su imagen de marca.

Además, ha demostrado una disposición a reinventarse sin perder la coherencia de marca: desde la reinterpretación de sus éxitos pasados hasta la experimentación con nuevos sonidos. En 2019, enfrentó una controversia legal debido a la adquisición de los derechos de su música. Esta situación la llevó a regrabar álbumes anteriores, como Fearless (Taylor's Version) y Red (Taylor's Version), recuperando así el control creativo y financiero sobre su música. Esta estrategia generó publicidad y atención mediática, capitalizando el amor y la nostalgia de sus fans y resultando en un aumento significativo en las ventas y el streaming de estas nuevas versiones.

5. Generación de expectación, sorpresa y deleite. Taylor mantiene a sus seguidores intrigados con la eliminación misteriosa de contenido en redes sociales, el ofrecimiento de teasers antes del lanzamiento de álbumes, conciertos íntimos con selecciones de canciones improvisadas o el lanzamiento sorpresa de álbumes. Complementa estas acciones con preventas exclusivas para sus fans, lo que crea un ambiente de anticipación en torno a sus conciertos, descrito por algunos fans como "un mundo paralelo".

El impacto global de la cantautora estadounidense no se limita solo a la música, sino que tiene un alcance económico considerable. Sus conciertos no solo impulsan las ventas de entradas, sino que también generan ingresos adicionales para la industria local, incluyendo hoteles, restaurantes y transporte. El caso de Singapur es especialmente destacable, ya que la ciudad ha comprado la exclusividad de sus seis conciertos en el sudeste asiático. Con ello esperan generar alrededor de 370 millones de euros por turismo y ya han experimentado un aumento del 186% en los vuelos durante la primera estadía de la cantante.

Sin embargo, países vecinos como Tailandia y Filipinas se sienten perjudicados por lo que consideran competencia desleal. Este conflicto subraya las disparidades económicas y geopolíticas en la región, ya que mientras Singapur emerge como un centro de eventos de clase mundial, lugares como Hong Kong se ven marginados al perder la oportunidad de atraer a artistas internacionales y al gasto turístico asociado.

La capacidad de Swift para movilizar a las masas y generar un fervor global evidencia el poder de los artistas para influir en la economía y la sociedad a nivel mundial.