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Las sorpresas del presidente Draghi
La conferencia en Lituania debía tratar de lo que todos esperaban, pues ya se conocía que el presidente del Banco Central de Estados Unidos (FED) había anticipado que antes de fin de año podría bajar los tipos de interés oficiales. El presidente Draghi (BCE) dijo que los del euro se mantendrían al nivel actual hasta la segunda mitad de 2020 y seguiría recomprando los títulos que llegaran a vencimiento para seguir dando liquidez al mercado y que las pymes tuvieran suficiente crédito. Hasta aquí, lo que el mercado esperaba.
La sorpresa surgió en la rueda de prensa: un periodista le preguntó si la decisión se tomó por unanimidad o no. Draghi contestó que algunos de los miembros del Consejo Ejecutivo plantearon incluso bajar los tipos oficiales y además volver a comprar activos en el mercado. Nadie esperaba eso. ¿Volver al año 2015, cuando se inundaron los mercados con miles de millones de euros?
No obstante, los motivos ya los había anticipado: en marzo (el Consejo anterior) nadie podía esperar que tuviéramos vientos de cabina, riesgos geopolíticos extraordinarios y el empeoramiento de las guerras comerciales, que no se habían producido desde el final de la II Guerra Mundial. Por consiguiente, no volvemos a la normalidad porque el BCE debe estar preparado ante la contracción del comercio mundial (que recae también sobre los países exportadores de la ZE); no sabemos si el Brexit tendrá una salida ordenada y conocíamos las declaraciones de la presidente Christine Lagarde (FMI) cuando nos advirtió que Estados Unidos y China están infligiéndose daños innecesarios en una lucha en la que perderemos todos.
¿Qué mejoras tendrán los ciudadanos y las pymes? Los que tengan hipotecas a tipo variable seguirán pagando menos por intereses y los autónomos y los empresarios en general podrán recibir créditos en mejores condiciones. Para eso el BCE lanza un nuevo programa para que los bancos tengan recursos más baratos a medio y largo plazo. Además, cuando tengan que devolver al BCE lo que recibieron desde 2015 podrán hacerlo en mejores condiciones.
Otra cosa es que las compañías de seguros, los Fondos de Pensiones y la banca tendrán el perjuicio de los tipos de interés negativos. Un periodista se encargó de recordárselo al presidente Draghi, pues la Asociación de Banca de Alemania ha demostrado que los tipos negativos cuestan a la ZE miles de millones de euros. Para el BCE, son necesarios para evitar lo que padeció Japón, es decir, una caída generalizada de los precios y servicios.
En resumen, España crecerá más que la media de la ZE, pero la industria manufacturera europea tendrá más dificultades para exportar mientras no terminen las insensatas guerras comerciales que padecemos.