Las oenegés han adquirido en las pasadas décadas un papel significativo entre los actores que más contribuyen a la transformación social. Con los años han sabido complementar sus programas sociales o de medio ambiente con actuaciones de movilización de los ciudadanos a favor de las causas que promueven. También, de forma vinculada, han incrementado su incidencia en gobiernos, instituciones públicas y empresas. Pero los avances conseguidos en el pasado no son suficientes para que las oenegés tengan un impacto social determinante en un futuro caracterizado por un contexto más incierto, cambiante y complejo. Su relevancia dependerá, cada día más, de cuánto valor añadido sean capaces de aportar a la sociedad, así como de los resultados que puedan conseguir de acuerdo con su misión. Para ello deben dar más importancia a gestionar bien el conocimiento.

Las oenegés del conocimiento saben crear los flujos para identificar, generar y compartir este recurso y aprovecharlo tanto para mejorar su propio desempeño como para promover cambios sociales. De acuerdo con un estudio realizado en el marco del Programa Esade-PwC de Liderazgo Social, el 89% de los directivos de oenegés españolas consideran que la gestión del conocimiento es un tema relevante para sus organizaciones, pero sólo el 29% de dichos responsables afirman tener un plan para llevarla a la práctica.

Se han identificado cuatro aspectos decisivos para que las oenegés puedan desarrollar una buena gestión del conocimiento: la existencia de una cultura organizativa orientada a aprovechar los datos y la información que posee la entidad; la existencia de sistemas y procesos para captar, organizar y compartir el conocimiento relevante de acuerdo a la especialización institucional; el uso de herramientas tecnológicas adecuadas; y un buen liderazgo que impulse todo lo anterior.

La gestión del conocimiento está íntimamente ligada a la capacidad de aprendizaje y de innovación de las organizaciones, como está experimentando la Fundació Jaume Bofill en sus programas para mejorar la equidad y la calidad de la educación. En otro ámbito, utilizar el conocimiento permite a Oxfam Intermón demostrar la validez de sus propuestas de incidencia y campañas para combatir el incremento de las desigualdades que tanto afectan a la pobreza. Dos ejemplos de cómo la utilización del conocimiento potencia el impacto social de las oenegés.