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Esade prevé una ligera moderación en el crecimiento de la economía española para 2020

La economía española crecerá un 1,7% en 2020. Si bien ha reducido algunos de los desequilibrios derivados de la crisis, aún necesita acometer reformas estructurales importantes para mantener su ritmo de crecimiento a medio y largo plazo
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El crecimiento de la economía española se moderará este año y se situará en el 1,7% del PIB, según el Informe económico y financiero de Esade 2020, dirigido por Jose Ignacio Conde-Ruiz, profesor visitante de Esade y elaborado con la colaboración del Banco Sabadell. Esta circunstancia será debida a la desaceleración de la inversión empresarial y de la menor aportación de todos los sectores de actividad, especialmente del industrial. Pese a ello, los autores del informe destacan que esta ralentización será solo leve y que, mientras tanto, se seguirán cerrando algunos de los desequilibrios derivados de la crisis, como el endeudamiento privado de familias y empresas, el déficit público, el déficit por cuenta corriente, la sobreexposición al sector de la construcción y la elevada tasa de paro. El crecimiento se sustentará, principalmente, por el positivo comportamiento del consumo privado, que seguirá fuerte, aunque a menor ritmo, debido a la creación de empleo neto, la subida de los salarios y el beneficio, por parte de las familias menos endeudadas, de unos costes de financiación bajos.

Según los pronósticos de los expertos de Esade, y a falta de conocer los detalles de los Presupuestos Generales del Estado, durante 2020 el déficit público se reducirá hasta el 2% y la tasa de paro se situará cerca del 13,5%, mientras que la inflación subirá ligeramente hasta el 1,1%, aún lejos del objetivo del Banco Central Europeo del 2%.

Riesgos para la economía española

En relación a los riesgos que amenazan la economía española, el Informe económico y financiero de Esade 2020, argumenta que la mayoría de éstos son a la baja. Desde el punto de vista externo, el principal es el asociado a la guerra comercial. Si las medidas proteccionistas afectan a los grandes socios comerciales de España (Alemania, Reino Unido o Francia), el sector exterior también se verá afectado y, por lo tanto, su crecimiento. En cuanto al ámbito interno, el riesgo más importante es la larga parálisis institucional que no ha permitido llevar a cabo las reformas necesarias para hacer frente a los tres grandes retos globales: el envejecimiento de la población, la revolución digital y el cambio climático. “Estas reformas son imprescindibles para consolidar el crecimiento en el medio y largo plazo. No hacerlo puede empeorar la evolución de la economía española los años venideros”, han afirmado los autores en el estudio.

Europa mejora, con permiso del brexit

En la zona euro, la debilidad de la demanda externa y de la producción industrial seguirá lastrando a sus principales economías, aunque en 2020 mejorará algo su crecimiento, hasta el 1,4%. Lo mismo ocurrirá, según los expertos de Esade, en los casos concretos de Alemania (1,2%) y Francia (1,3%) y, en menor medida, de Italia (0,5%). Irlanda, Portugal y Grecia, crecerán algo por encima de esta media, porque siguen cerrando sus brechas de producción.  

Reino Unido también experimentará un crecimiento parecido al del año pasado y podría cerrar 2020 con un 1,3% si mantiene su política fiscal expansiva y lleva a cabo un brexit ordenado. De lo contrario, esta previsión podría descender notablemente.

Las economías del este de Europa, como Polonia, Hungría y Rumanía, seguirán creciendo entre el 3% y el 4%, gracias a los aumentos salariales y a la buena evolución del consumo. Rusia y Turquía, cuyo incremento en 2019 fue bastante débil, mejorarán sus cifras gracias al apoyo de las políticas fiscales de sus respectivos gobiernos.

El informe de Esade advierte que la política monetaria expansiva del BCE, como ya han advertido Mario Draghi y Christine Lagarde, no puede dar más de sí. Por esta razón, los expertos de Esade sostienen que una mayor coordinación a escala europea entre la política fiscal y la política monetaria ayudaría a afrontar con mayor eficiencia los retos económicos. A tal fin, apuntan que sería muy útil que la política fiscal aprovechara el espacio creado por los bajos tipos de interés, lo que permitiría al sector público financiarse a costes muy bajos. En este sentido, opinan que el diseño y la implementación del nuevo Plan Verde Europeo, acompañado de algún instrumento fiscal común, puede ser una gran oportunidad, no solo para avanzar en la integración fiscal europea, sino también para afianzar el crecimiento en el medio plazo en Europa.

 

Las políticas macroeconómicas monetarias impulsan el crecimiento global

Los expertos de Esade apuntan que el crecimiento de la economía global en 2020 será mejor que en el 2019 y que éste se situará en un 3,4%, gracias a la ayuda de las políticas macroeconómicas y a la recuperación de algunas grandes economías emergentes con problemas recientes. Por su parte, las economías desarrolladas crecerán en torno al 1,8%, una cifra muy parecida a la del año anterior. Estados Unidos, pese a desacelerarse, registrará un incremento del 2,1% gracias al acuerdo presupuestario alcanzado el año pasado y al apoyo de la Reserva Federal, con su reducción del tipo de interés oficial.

Las economías emergentes mejorarán su ritmo de crecimiento y alcanzarán una tasa media del 4,6%. Una media que superarán India, con un incremento del 7%, gracias al efecto de la política monetaria expansiva, de la reducción de impuestos a la empresa y de las ayudas gubernamentales al consumo en áreas rurales; y China, con otro del 5,8%, aunque esta última sufrirá una clara desaceleración debido a los efectos de la guerra comercial con Estados Unidos y al endurecimiento de su regulación financiera.

Los autores del Informe Económico y Financiero de Esade, señalan también la recuperación de la economía latinoamericana en su conjunto, tras un 2019 que califican como “muy débil”. Según sus previsiones para 2020, Brasil podrá acelerar su ritmo de crecimiento hasta el 2% y México, hasta el 1,4%. Pese a una cierta mejoría, Argentina se mantendrá en recesión. Perú, Colombia y Chile seguirán siendo las que más crecerán de la región, manteniendo una tasa del 3%-4%, siempre y cuando la inestabilidad política registrada durante los últimos meses no afecte a este crecimiento.

Para Japón la recuperación tampoco llegará este año y pasará de un crecimiento del 0,9% a otro del 0,5% en 2020, derivado de la debilidad del comercio internacional, que intenta combatir con políticas fiscales expansivas.

 

Brexit, guerra comercial y otros riesgos, a la baja

A las citadas consecuencias negativas en cuanto al crecimiento económico global derivadas del brexit y de la guerra comercial entre Estados Unidos y China, los expertos de Esade suman las que puedan originar una nueva desaceleración en los países emergentes, el contagio de la disminución de la producción industrial a áreas del sector servicios vinculados con ésta y a posibles turbulencias en los mercados financieros, aunque todos ellos son riesgos a la baja.

Para minimizar estos peligros, los expertos de Esade apuestan por el desarrollo de políticas domésticas que solucionen los problemas estructurales que lastran la inversión y el crecimiento en las economías emergentes, y por la relajación de la tensión comercial, ya que un recrudecimiento de ésta podría afectar a la eficiencia de la cadena de valor global. En la medida que las familias mantengan sus niveles de confianza actuales, se seguirá creando empleo y se mantendrá la pauta del consumo.