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Enrique V. Iglesias en ESADE: “Cualquier paso encaminado a lograr que las dos partes en Venezuela se sienten a dialogar es bueno”

El exsecretario general iberoamericano Enrique V. Iglesias ha debatido con Javier Solana sobre distintas opciones para solucionar la situación en Venezuela: “Es muy importante la opinión de Cuba, que también jugó un papel muy relevante en la pacificación de Colombia”
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“Cualquier paso encaminado a lograr que las dos partes en Venezuela se sienten a dialogar es bueno: el uso de la fuerza sería catastrófico.” Con esta contundencia se ha expresado Enrique V. Iglesias, actual director de la Cátedra de América Latina de la Universidad Pontificia Comillas-ICADE y secretario general iberoamericano entre 2005 y 2014, al ser preguntado por el presidente de ESADEgeo Javier Solana sobre cómo se puede solucionar la situación que se vive hoy en Venezuela. Su punto de vista sobre el conflicto en el país latinoamericano ha sido uno de los temas más destacados de su intervención en el marco del ciclo Big Challenges, que ha reunido esta mañana a Iglesias y Solana en ESADEFORUM para debatir sobre el futuro de América Latina.

Solana ha presentado a Iglesias como “uno de los latinoamericanos con una perspectiva más amplia sobre lo que está ocurriendo en la región” y ha abierto el debate planteando qué papel deben tener, en la resolución del conflicto, países con una estrecha relación con Venezuela, como es el caso de Cuba. “En cualquier tipo de solución, es muy importante la opinión de Cuba, que ya jugó un papel muy relevante en la pacificación de Colombia”, ha recordado Iglesias. En este sentido, ha insistido que se debe buscar una solución que permita el diálogo entre ambas partes, y ha recordado que Maduro ha solicitado la mediación del Papa.

Para Iglesias, el reconocimiento del 70 % de la comunidad internacional a Guaidó tiene un peso muy importante pero dificultará la resolución de la situación. “El diálogo sería bienvenido pero, lamentablemente, una parte lo ve mal, porque lo considera una forma de perpetuar el régimen actual”, ha apuntado Iglesias. Además, ha recordado que “Venezuela no es Nicaragua” y que este “es un conflicto mucho más internacionalizado”, refiriéndose al papel activo de los Estados Unidos a favor del cambio de régimen en Venezuela y al apoyo que Maduro ha recibido de China y Rusia. “Echo en falta una mínima intervención de la ONU, ni que sea para saber de primera mano qué está pasando”, ha lamentado Iglesias, al tiempo que ha reconocido que la Unión Europea, con España al frente, también puede contribuir a hallar una salida.

Cambios políticos e incertidumbre económica

Pese a ser el tema más candente, Venezuela no ha acaparado todo el debate entre Iglesias y Solana, quien ha pedido al exsecretario general iberoamericano una perspectiva más global de la región, con la llegada de nuevos líderes en México y en el Brasil. Al respecto, Iglesias ha reconocido que “en el Brasil ha habido un suicidio colectivo de los partidos políticos y tenemos un movimiento nuevo”, y ha destacado que Bolsonaro ha prometido soluciones a “problemas reales”, como la corrupción y la violencia. Considera que se ha rodeado de un equipo de economistas muy sólido, con el objetivo de “poner orden en las finanzas y abrir la economía brasileña”, y que “los mercados le están apoyando”. Asimismo, ha llamado la atención sobre un hecho poco habitual que se produce en estos momentos: que los gobiernos de las dos potencias más grandes de América tienen “una gran afinidad”.

Desde una perspectiva más económica, Iglesias ha explicado que América Latina está enfrentándose a una época de “crecimientos mediocres”, que complicarán los presupuestos a muchos países que deben abordar unas demandas sociales crecientes. El boom de las materias primas vivido en la región se ha terminado y la crisis argentina –país que celebrará elecciones a finales de año– está contagiando a los demás países. Ello deja América Latina a la merced de potencias como China, que compra y vende, pero también invierte en la región y hace de prestamista para varios países. Según Iglesias, este momento es también una oportunidad para Europa, si quiere tener un papel más importante en la región. “América Latina es un campo fértil y un buen socio, como han demostrado las empresas españolas que se han instalado allí”, ha recordado