Algunas de las empresas más exitosas, tal como las conocemos hoy, tienen poco que ver con sus ideas originales: raramente se da un proceso lineal desde la idea inicial al negocio final, tal como acaba funcionando.

Se trata más bien de un proceso iterativo de tres fases: identificar las ideas de oportunidad, crear las ideas de experimentación y recabar las ideas de ejecución.

La primera constatación que tenemos de una nueva idea de negocio es lo que denominamos la idea de oportunidad. En este punto, vemos una oportunidad de crear valor, pero no sabemos cuál es la mejor manera de llevarla a la práctica o, incluso, si puede hacerse con éxito.

Para averiguarlo, es necesario desarrollar ideas de experimentación, eso es, cómo testear la oportunidad con los clientes objetivo, invirtiendo los mínimos recursos. El resultado de los experimentos es una serie de ideas de ejecución, lecciones aprendidas sobre qué funciona, cómo debería ejecutarse la idea de oportunidad para crear un negocio.

Nuestra idea de oportunidad podría ser la planificación personalizada de menús y un servicio de entrega a domicilio. Para empezar a probar la proposición de valor, buscamos a los primeros clientes interesados. Nuestra idea de experimentación es prestarles el servicio durante un mes.
Encontramos cinco familias dispuestas a pagarnos 10 euros a la semana a cambio de obtener su planificación semanal de comidas y el suministro de los comestibles. Junto con las familias, definimos sus preferencias alimenticias, y les diseñamos la comida.

Localizamos la mejor tienda para hacer la compra, recogemos sus comestibles y se los llevamos. A partir de este experimento, recabamos las ideas de ejecución: cómo obtener las preferencias de comida, cómo diseñar un plan, cómo encontrar las mejores ofertas, cómo optimizar la recogida y la entrega de los comestibles, etc. Y, por encima de todo, sabremos si tenemos un mercado para iniciar la actividad.

El ejemplo anterior es un punto de partida del proceso iterativo para crear un negocio. Sólo las ideas de ejecución determinarán si una oportunidad vale la pena o no. A la hora de crear un negocio, las ideas de ejecución no pueden descubrirse simplemente analizando la oportunidad, sino que se crean experimentando.