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Las sorpresas del presidente Draghi

La Vanguardia | | 3 min read

La conferencia en Lituania debía tratar de lo que todos esperaban,  pues ya se conocía que el presidente del Banco Central de  Estados Unidos (FED) había anticipado que antes de fin de año podría bajar los tipos de interés  oficiales.  El presidente Draghi (BCE) dijo que los del euro se  mantendrían al nivel actual hasta la segunda mitad de 2020 y seguiría recomprando los títulos  que llegaran a vencimiento para seguir dando liquidez al mercado y que las pymes tuvieran suficiente crédito.  Hasta aquí, lo que el mercado esperaba.

La sorpresa surgió en la rueda de prensa: un periodista le preguntó si la decisión se tomó por unanimidad o no.  Draghi contestó que algunos de los miembros del Consejo Ejecutivo plantearon incluso bajar los tipos oficiales y además volver a comprar activos en el mercado.  Nadie esperaba eso. ¿Volver al año 2015,  cuando se inundaron los mercados con miles de millones de euros?

No obstante, los motivos ya los había anticipado:  en marzo (el Consejo anterior) nadie podía esperar que tuviéramos vientos de cabina, riesgos geopolíticos extraordinarios  y el empeoramiento  de las guerras comerciales,   que no  se habían producido desde el final de la II Guerra Mundial.  Por  consiguiente, no volvemos a la normalidad porque el BCE debe estar preparado ante la contracción del comercio mundial (que recae también sobre los países exportadores de la ZE); no sabemos  si el Brexit tendrá una salida ordenada y conocíamos las declaraciones de la presidente Christine Lagarde (FMI) cuando nos advirtió que Estados Unidos y China están infligiéndose  daños innecesarios en una lucha en la  que perderemos todos. 

¿Qué mejoras tendrán los ciudadanos y las pymes? Los que tengan  hipotecas a tipo variable seguirán pagando menos  por intereses y los autónomos y los empresarios  en general podrán recibir créditos en mejores condiciones. Para eso el BCE lanza un nuevo programa para que los bancos tengan recursos más baratos a  medio y largo plazo.  Además, cuando tengan que devolver al BCE lo que recibieron desde 2015 podrán hacerlo en mejores condiciones.

Otra cosa es que las compañías de seguros, los Fondos de Pensiones y la banca tendrán el perjuicio de los tipos de interés negativos.  Un periodista se encargó de recordárselo al  presidente Draghi, pues la Asociación de  Banca de Alemania  ha demostrado que los tipos  negativos cuestan a la ZE miles de millones de  euros.  Para el BCE, son necesarios para evitar lo que padeció Japón, es decir, una caída generalizada de los precios y servicios.

En resumen, España crecerá más que la media de la ZE, pero la industria manufacturera europea tendrá más dificultades para exportar mientras no terminen las insensatas guerras comerciales que padecemos.