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Emprendedores con canas

En sectores altamente tecnológicos está apareciendo un nuevo perfil de emprendedor. Estamos hablando de un profesional senior, hombre, de unos 40 años de media, con alta cualificación, proveniente del mundo empresarial y cuya motivación no nace de la necesidad sino del deseo de llevar a cabo un proyecto personal o tener impacto en la sociedad.

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Normalmente, cuando pensamos en un típico emprendedor nos imaginamos a un joven trabajando en un «garaje» tras recurrir a sus amigos y familia para arrancar el proyecto.

Aunque este perfil es común en ciertos sectores, especialmente en tecnologías de la información, no deja de ser un estereotipo.

En sectores altamente tecnológicos está apareciendo un nuevo perfil de emprendedor. Estamos hablando de un profesional senior, hombre, de unos 40 años de media, con alta cualificación, proveniente del mundo empresarial y cuya motivación no nace de la necesidad sino del deseo de llevar a cabo un proyecto personal o tener impacto en la sociedad.

Esta inquietud los lleva a dejar su trabajo para emprender su nuevo proyecto. Para ellos, no es un principio sino el culmen de una carrera profesional.

Un ejemplo de estos «emprendedores con canas» lo tenemos en KIC InnoEnergy. Esta empresa fomenta la creación de empresas de energía sostenible a través de una Aceleradora Europea con centros en Suecia, Alemania, Benelux, Polonia, Francia y España.

Desde su apertura, en septiembre del 2011, ha recibido más de 180 solicitudes de emprendedores, de los cuales el 63% están llevando al mercado tecnologías que permitirán una reducción del coste energético.

El 70% de estos emprendedores tienen más de 40 años y poseen una gran experiencia en la industria energética al haber desarrollado su carrera profesional en empresas del sector.

Una de las causas de esta realidad la encontramos en la naturaleza del propio sector energético. La innovación en energía es sistémica. Es decir, la introducción de una innovación en una etapa de la cadena de valor de la energía, puede conllevar sucesivas innovaciones en el resto de etapas de dicha cadena.

Por dicho motivo, se necesita un emprendedor que sea muy conocedor de la industria, de su cadena de valor y de cómo una innovación puede afectar a todo el sistema.

Otra razón se debe a que el sector energético es intensivo en capital y el ciclo de financiación de creación de empresas no sigue los patrones tradicionales. Se necesita mucha inversión, mucho antes.

A modo de ejemplo: una Prueba de Concepto (PoC) requiere de media cien mil euros, cantidad difícil de conseguir acudiendo a colegas, amigos o familia.

Este emprendedor tiene entonces que recurrir, desde estadios muy tempranos, a business angels o a fondos de capital riesgo los cuales tienden a confiar en emprendedores conocedores de la industria y poseedores de un bagaje importante en gestión y tecnología que mitigue los riesgos de inversiones tan tempranas.