El jesuita Jaume Filella, psicólogo clínico con posgrados en Estados Unidos, publicó numerosos trabajos científicos sobre el liderazgo. Se preguntó: ¿el líder nace o se hace?, a lo que podríamos añadir: ¿son las mujeres mejores líderes que los hombres? La respuesta a la primera pregunta es evidente: el liderazgo puede aprenderse.

En una de las investigaciones del profesor Filella, se preguntó una cuestión esencial: qué resultados habían obtenido en su vida profesional los hombres y mujeres que se dedicaron a la dirección de grandes organizaciones. Tomó, año a año, a través de encuestas, los resultados de distintas promociones de másters en gestión empresarial y desarrolló un panel de preguntas sobre su infancia. Trató de evaluar qué factores fueron decisivos entre los que tuvieron éxito y cuáles pudieron tener alguna influencia entre los que no superaron las dificultades.

Los que tuvieron una madre que les enseñó a luchar, a recuperarse después de un fracaso, tuvieron un carácter que se creció ante las adversidades y supieron empezar de nuevo. Los que no tuvieron este tipo de apoyo desarrollaron una personalidad más insegura y a veces perdieron su autoestima. Por lo que puede inferirse de la investigación, no se refería a las madres sobreprotectoras o a las que querrían que sus hijos tuvieran el futuro que ellas no alcanzaron. Nada de eso. Ellas los estimularon para que aprendieran que renunciar a un deseo inmediato da mejores frutos que disfrutarlo todo a medida que surgen los caprichos.

Algunos pediatras preguntan primero a la madre qué opina sobre el malestar del niño. Posiblemente creen que el instinto maternal puede ser un indicio a tener en cuenta. Ellos saben que cuando un niño enferma, la madre está a su lado noches enteras. Pero cuando el hijo sana, ella ya puede enfermar, vencida por el cansancio, pero no antes.

En materia de liderazgo, siguiendo los trabajos del profesor Filella, si examinamos la historia de la música, Pau Casals nos reveló el papel de las madres en la infancia. Su familia no tenía medios para darle una educación musical y el maestro confesó, en un concierto en las Naciones Unidas, que su madre se dio cuenta muy pronto de sus cualidades para la música y ella fue la que se dirigió a la reina María Cristina para pedirle ayuda para los estudios de su hijo. Y la obtuvo; ella estuvo siempre con él durante los años de aprendizaje. Él estaría dentro de la categoría que el profesor Filella calificó de líderes que iluminan el camino de los demás por el testimonio de su capacidad de liderazgo de tipo pedagógico, tanto en sus enseñanzas como virtuoso del violonchelo, compositor y director de orquesta, y también por su patriotismo, porque tuvo una verdadera pasión por Catalunya.

Los líderes se anticipan a los demás y aprovechan mejor las oportunidades. Invierten donde crecen más los mercados y, en la edición del día 7 de junio de La Vanguardia se comentaban las nuevas estrategias de cuatro líderes del sector farmacéutico de Catalunya. Uno de ellos consiguió cotizar en el Ibex 35, pero cada vez será más americano y lo mismo está sucediendo con los otros. Unos empezaron utilizando la plataforma de México y otros lo hicieron directamente comprando empresas en EE.UU. Son líderes transformadores.

El profesor Filella fue consciente de que en momentos cruciales, cuando las empresas deben hacer frentes a cambios de tecnologías o a la pérdida de los mercados, como los que hemos vivido desde el 2008, surgen a menudo líderes carismáticos, como los que tuvo la Europa que surgió de las cenizas de la Segunda Guerra Mundial. Son los líderes que saben lo que hay que hacer y sin tener que mandar, los que les siguen aceptan la visión que les ofrecen. Como señaló el jesuita en uno de sus escritos, "(...) el líder se manifiesta en situaciones de crisis o en momentos en los que una empresa se enfrenta a una encrucijada, si bien en periodos de bonanza puede haber estado preparándose para las dificultades. No se trata de una catástrofe, sino de un punto en el que es preciso tomar un nuevo rumbo para cambiar la trayectoria de la organización, anticipándose a la percepción de los demás".

Para él, esa capacidad de identificar las situaciones de crisis nace de la confianza en sí mismo. El líder transmite una imagen de serenidad, sabe moverse dentro de las situaciones de ambigüedad y acepta los riesgos calculados. Sus decisiones son valientes, pero no temerarias. Tiene un profundo sentido de la realidad, pero es capaz de proyectar hacia el futuro sus planes para mejorar lo existente, aún a riesgo de provocar situaciones que, para muchos, podrían parecer confusas.

Por lo que se refiere a las mujeres, según The Economist, ellas tienen cinco rasgos característicos que no tienen los hombres. Ofrecen más oportunidades a las personas; crean mejores expectativas y premios; proporcionan nuevos modelos organizativos; inspiran a sus empleados y, por último, sus decisiones son más participativas.En un mundo con organizaciones menos jerarquizadas, ellas tienen más ventajas que los líderes masculinos, que a menudo tienen menos sentido de lo que es justo. Si eso fuera así, las empresas donde ellas ejercen el liderazgo deberían tener mejores rentabilidades y trayectorias. Pero en Noruega, donde las empresas públicas deben tener por ley consejos de administración con un mínimo del 40% de mujeres, se demostró que aumentar el número de mujeres tuvo un efecto negativo sobre los beneficios. Pero las pruebas no son concluyentes y en EE.UU. las grandes multinacionales tienden cada vez más a estar dirigidas por mujeres y en la bolsa consiguen mejores rendimientos a largo plazo.

William Shakespeare escribió: "Sabemos lo que somos, pero no lo que somos capaces de hacer". Hamlet lo supo y fue el primer detective forense de la humanidad. El líder transformador que propuso Filella sabe lo que conviene hacer y lo hace.