“Las relaciones entre España y China han sido magníficas en los últimos cuarenta años y nuestro país ha desempeñado un papel importante en las relaciones bilaterales entre Europa y China”, ha afirmado Javier Solana, presidente de ESADEgeo-Center for Global Economy and Geopolitics, durante su intervención en el China-Europe Forum on Reform and Globalisation, que ha tenido lugar en Madrid el 22 de noviembre, organizado por China Daily, en colaboración con el China Institute for Reform and Development, y ESADEgeo.

Solana también ha señalado que “China, a través de sus reformas y apertura, ha conseguido unos logros increíbles, especialmente en cuanto a su integración al sistema financiero mundial desde que se incorporó a la Organización Mundial del Comercio en 2001”, que “le han permitido crecer en porcentajes de dos dígitos y realizar contribuciones significativas para ayudar al mundo a recuperarse de la crisis financiera de 2008”. Y ha recordado que “esta semana tenemos una reunión del G20 en Argentina, en la cual están en juego las relaciones comerciales entre los Estados Unidos y China, y en este contexto la UE puede tener un papel catalizador”.

El encuentro, que ha reunido a más de 30 expertos de la política y la economía mundiales, ha contado con la participación de José Luis Rodríguez Zapatero, expresidente del Gobierno; Wang Xiaohui, jefe adjunto del Departamento de Publicidad del Comité Central del PCCh y subdirector de la Oficina de Investigación de Políticas del Comité Central del PCCh; Liu Shijin, vicepresidente del grupo estatal de expertos Fundación de Investigaciones para el Desarrollo de China; Lyu Fan, embajador chino en España, y Bernard Dewit, presidente de la Cámara de Comercio Belgo-China, entre otros.

Nuevas alianzas entre China y Europa

“China ve España y la Unión Europea como aliados naturales, y hablar de política con mayúsculas hoy es hablar de multilateralismo, cooperación y respuestas globales”, ha destacado el expresidente Rodríguez Zapatero durante su intervención. “El proteccionismo y el nacionalismo producen xenofobia, segmentación y retroceso. Compartir, respetar y ejercer con humildad la política son las claves para alcanzar el futuro de la humanidad y el progreso”, ha asegurado.

Además, los expertos reunidos en el China-Europe Forum han asegurado que China ha entrado en una nueva etapa de madurez y que está transformando su mercado de consumidores, y para ello quiere contar con España. En este sentido, ambos países buscan impulsar nuevos puntos de cooperación en sectores como el turismo, las actividades culturales o la innovación. Por otro lado, China se está fijando cada vez más en las pequeñas y medianas empresas, los campeones invisibles del sector empresarial. Son empresas milenarias, con un menor volumen de producción, pero con frecuencia son las mejores en sus respectivos sectores y tienen productos más sofisticados.

El presidente Xi Jinping ha asegurado que China sigue abriendo sus puertas, con una clara transformación del mercado de fabricación y manufacturas hacia uno de servicios. Este es precisamente el punto fuerte del mundo occidental y, como ha destacado Javier Solana, “el desarrollo del sector de los servicios será fundamental para la recuperación del equilibrio en las relaciones comerciales entre China y la UE”. En esta nueva etapa, “España puede potenciar el crecimiento de servicios como el turismo, la sanidad, la investigación y la tecnología, creando nuevas oportunidades en común. Este mes, a raíz de la visita del presidente Xi Jinping a España, hay que ir desarrollando todo este diálogo para seguir avanzando”, ha afirmado Solana.

Proceso de cooperación y globalización en el G20

La cumbre del G20 es un reto para China, puesto que los agentes económicos esperan una señal que indique si la guerra de tarifas entre los Estados Unidos y China alcanzará una tregua o bien si, por el contrario, se va a acelerar. Al mismo tiempo, la relación entre China y Europa puede ser un referente, un primer paso para establecer una nueva etapa en las relaciones comerciales con el gigante asiático. En este sentido, los expertos han afirmado que “a medida que China se vaya esforzando progresivamente a favor de un crecimiento de alta calidad, la colaboración entre China y la UE también se fortalecerá a todos los niveles y resultará más competitiva para Europa”.

Por otro lado, existe una cierta preocupación en el mercado europeo sobre los peligros que puede suponer la apertura al mercado chino. Al respecto, los expertos señalan que Xi Jinping aboga por una China pacífica, que no modificará el sistema global actual, sino que seguirá formando parte de él. En este contexto, China, que es el primer exportador mundial, va aumentando cada vez más sus importaciones –ya es el segundo importador mundial, por un importe de 1, 23 billones de dólares al año–, de lo cual podrían beneficiarse los países europeos. Además, España tiene una gran influencia en el norte de África y en América Latina, y China puede explorar estos mercados con la ayuda de España.

China continuará intensificando y diversificando sus inversiones en el extranjero por varios motivos, entre los cuales se encuentran su liberalización financiera y la Iniciativa del Cinturón y Ruta de la Seda o Belt and Road Initiative, con que pretende conectar más de sesenta países de Europa, Asia y Oriente Medio mediante la creación de una ruta terrestre y una ruta marítima paralela. “Las empresas españolas pueden aprovechar las ventajas de esta iniciativa invirtiendo en infraestructuras, donde somos un mercado de referencia”, ha comentado Eugenio Bregolat, exembajador de España en China.

Compartir también supone fortalecer las organizaciones internacionales. Y fortalecer la Organización Mundial del Comercio y el papel del G20 como el foro de comercio internacional es apostar por una cooperación económica más estable, frente al neoproteccionismo. “La soberanía económica es historia; la globalización es irreversible. La historia no se puede detener. Los movimientos proteccionistas son un grave error, pues hacen daño, pero no detendrán la historia, y espero que no puedan ralentizarla”, ha concluido Rodríguez Zapatero.