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¿Por qué hacer empresa de forma diferente?

Esta es la pregunta que nos hacíamos después de estar aprendiendo y acompañando a más de 50 empresas sociales en estos últimos años
El Periódico de Catalunya | | 3 minutos de lectura

Nos interpelaba la idea de por qué existían personas que creaban empresas no solo para ganar dinero al final de cada ejercicio, sino porque tenían otras motivaciones para emprender en este mercado tan competitivo y exigente. Nos parecía que las experiencias de estos emprendedores de empresas sociales eran importantes para poner al mercado, a la empresa y algunos empresarios en su sitio. Estas respuestas, muy variadas, las hemos agrupado en cuatro razones fundamentales que muchas veces se entremezclan.

En primer lugar, un primer grupo de emprendedores nos explicó que lanzaron sus empresas sociales porque tenían "ganas de montar algo". En su mayoría, son personas jóvenes que deseaban crear su propia empresa. Por ejemplo, uno de los emprendedores sociales nos contaba: "Yo monté mi primera empresa a los 23 años, nada más terminar la carrera, y sabía lo que no me motivaba. Yo no quería ser funcionario como todos mis compañeros; quería ser dueño de mi tiempo y de mi trabajo".

En un segundo grupo de emprendedores hemos encontrado una motivación principal un poco distinta de la anterior, aunque a veces ambas conviven. Son emprendedores que expresan sus ganas de montar una empresa a partir de su experiencia profesional. Son personas que conocen muy bien su profesión, y se dan cuenta de que si crean una empresa podrán desarrollar más su pasión profesional, acentuando seguramente la parte "más social" de la profesión.

En un tercer grupo hemos reunido las respuestas de aquellos emprendedores que expresaban que su motivación principal era "aportar algo a la sociedad". Esta aportación a la sociedad se concretaba de diferentes maneras: cambiar el modo de gestionar las empresas, cambiar las ciudades, cambiar el modelo educativo, cambiar el modelo de vivienda, etc.

Se trata de personas que estaban trabajando en diferentes empresas y que deciden dejar lo que están haciendo y emprender porque no están satisfechas con lo que hacen y con lo que ven a su alrededor. Por ejemplo, un emprendedor andaluz nos explicó que trabajaba en una multinacional de telefonía y un día le dijo a su jefe que se marchaba a montar un centro especial de empleo de telemárketing, con personas en paro de larga duración.

El último grupo de emprendedores sociales seguramente es el más numeroso, y se caracteriza por personas que han fundado empresas para "crear empleo con impacto social". El modelo de "empresa empleadora con impacto social" es el más común entre las empresas sociales, cuyo objetivo es ofrecer puestos de trabajo a personas de colectivos vulnerables.

Como explicábamos, han sido más de cincuenta las empresas sociales con que hemos trabajado en los últimos años, y de todas ellas hemos aprendido mucho. Esperamos que conocer las motivaciones para emprender socialmente anime a muchas personas que quieran empezar su emprendimiento social.