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Una Europa más alemana

En lugar de una narrativa de progreso, prefiere proteger los logros obtenidos desde la Segunda Guerra Mundial
ABC | | 2 minuts de lectura

La Unión Europea prepara las elecciones al Parlamento de mayo, consciente de que esta vez distan mucho de ser un trámite. El voto de las formaciones antieuropeas podrían crecer hasta el punto de convertir a esta Cámara en un actor reticente a la integración. Si se produce este resultado adverso, solo una coalición firme de los tres partidos moderados -liberales, socialistas y populares- podría servir de dique de contención. Tras los comicios, se abrirá en otoño un nuevo ciclo político europeo, con una Comisión posiblemente con miembros de partidos extremistas y muchos frentes abiertos. En este contexto, dos líderes europeos han hecho sus propuestas para fortalecer la Unión. Emmanuel Macron ha sugerido un «renacimiento europeo», a partir de políticas que se inspiren en las ideas de libertad, protección y progreso. El presidente francés sigue siendo uno de los pocos dirigentes capaces de mirar a largo plazo.

Desde Alemania no ha sido Angela Merkel, sino su sucesora al frente de la CDU, Annegret Kramp-Karrenbauer (AKK), la que ha trazado el rumbo posible para la Unión en horas bajas. AKK rechaza la idea de que los problemas se solucionan con más transferencias de poder a las instituciones de Bruselas. En lugar de una narrativa de progreso, prefiere proteger el presente y los logros obtenidos conjuntamente por los europeos desde la Segunda Guerra Mundial. Con esta finalidad, está abierta a frenar el nacionalismo chino y las amenazas rusas, aunque no necesariamente fomentando la mayor unificación del continente. Es una visión en el fondo muy alemana, pero también muy británica. La ironía es que justo ahora que los ingleses preparan la salida de la UE.