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De cigarros y cementerios

La Vanguardia | | 2 minuts de lectura

Durante una estancia en Palma de Mallorca me cayó en las manos el ensayo Los grandes cementerios bajo la luna, obra que ­Georges Bernanos prologa en aquella ciudad en el año 1937, y que Hannah Arendt consideró primordial en su comprensión de los orígenes del totalitarismo. Bernanos explica una anécdota que da pistas sobre el management como disciplina y como práctica. Un periodista acababa de visitar una fábrica de un empresario norteamericano y estaba compartiendo una copa con él antes de marcharse hacia la estación. El periodista comentó: “ ¿Dónde demonios mete usted a los obreros viejos?... Ninguno de los que he visto parecía tener más de cincuenta años”. El otro vaciló un momento, se acabó la copa y le contestó: “Coja un cigarro, vamos a dar una vuelta por el cementerio mientras damos una calada” ( Los grandes cementerios bajo la luna, Lumen. También hay versión catalana en La Magrana).

Si identificamos al periodista con el académico del management, me parece esencial que esta disciplina elabore teorías en contacto con las conductas de los actores reales –y no a partir de supuestas conductas racionales–. En este sentido, ciertas teorías postulan la conducta económica ra­cional de consumidores o empresarios, cuando en realidad unos y otros acaban ac­tuando en función de motivaciones medio racionales, medio pasionales. Este realismo puede ayudar al académico del management a considerar y explicar los conflictos que se desarrollan en el interior y en el exterior de las empresas –y quizás a no dejarse tentar por los empresarios que procurarán esconder las consecuencias negativas de su gestión–.

Con respecto al empresario y el mánager, tienen que ser lo bastante honestos e inteligentes para abrir las puertas de la empresa a académicos u otros stakeholders críticos, a fin de que los ayuden a entender mejor su organización: con la complejidad de consecuencias positivas y negativas para los diferentes stakeholders. En este sentido, Edward Freeman considera fundamental que las empresas mantengan diálogos con sus stakeholdersmás críticos: entre todos se puede identificar conflictos y encontrar soluciones aceptables que garanticen la viabilidad a largo plazo de la empresa. Y Bernanos nos previene de la tentación: el humo de los cigarros esconde los cementerios.